I Es conocida mi falta de tacto y de habilidad social. En una ocasión fui presentado un importante personaje. El tipo era un empresario vinculado a numerosas mafias y era además el principal consejero de nuestro dictador de turno. Lo primero que advertí en este hombre fue un notable parecido con un actor. No vacilé en mencionar este hecho que, en un primer momento, no pareció resultar de interés para mi interlocutor. En mi lugar otra persona hubiera dejado de lado esa minucia pero yo me obstiné en recordar las circunstancias hasta que finalmente pude precisar el título de la película: _ No retengo el nombre del actor que tenía el protagónico -dije- pero sí el nombre del film: “ Claudio y los rompeculos”. Claudio era el nombre en la ficción del actor al que usted tanto me recuerda…la película era del género pornográfico pero el guión aunque chusco, como casi todos los de esa clase, tenía sus momentos ingeniosos y Claudio se lucía en las escenas de gangbang especialmente. El personaje